Todos los visitantes quieren llevarse un bolso reciclado del stand de Familia
Todas las personas que pasaron durante la segunda noche de la FNS por el stand del Ministerio de Familia y Desarrollo Humano, que se animaron a disfrutar en las diferentes estaciones armadas de aquellos juegos que siguen vigentes a lo largo del tiempo y que dejaron su mensaje para su familia en el “árbol de los deseos”, se llevaron su “recuerdito”. Sin lugar a dudas, el regalo más elegido de la noche fue cada uno de los llamativos bolsos de tela que crearon y cosieron las 14 personas que integran el taller que se unió al evento para responder al compromiso del Estado con la inclusión laboral.
Para obtener estos productos que se incorporan como uno de los tantos elementos del merchandising oficial de la FNS quienes los realizaron –personas con discapacidades motrices, sensoriales e intelectuales– tuvieron que seleccionar los textiles de los diferentes depósitos ministeriales y elegir aquellos géneros que más les servían entre viejos trajes de otras ediciones de la FNS, banners de otros eventos, banderas, entre otros. Como era material en desuso por décadas tuvieron que lavar y planchar para poder reutilizar. Con moldes, marcaron las dimensiones necesarias, cortaron y cosieron a máquina hasta lograr un bolso que se enrolla y se autoguarda en su bolsillo, ideal para hacer las compras, según explicó Carina Mingolla, la monitora que estuvo a cargo de este grupo de artesanos. En total, fabricaron miles de piezas.
Cada accesorio que viene con una etiqueta explicativa de quiénes y cómo fue confeccionado, es repartido por las mismas personas que los crearon, acompañados por personal de la Dirección de Personas con Discapacidad, que monitorea todo el proceso.
Aparte como souvenirs hay abanicos, llaveros, sogas para saltar, juegos del elástico, entre otros.
La labor de confección de merchandising no es el único puesto de trabajo propuesto por la FNS para generar inclusión laboral. Otras personas con discapacidad son parte del staff artístico, otras trabajan en camarines y utilería, hay quienes hacen la interpretación de lenguas de señas en todos los escenarios musicales, algunas personas están en puestos de hidratación en el predio y acomodadores en el Velódromo y el Estadio del Bicentenario. Por primera vez, dos personas con discapacidad son evaluadores de accesibilidad de la fiesta, relevando y monitoreando todos los espacios, la señalética y los servicios para puntuar en cuánto facilita el recorrido para una persona con discapacidad y dejar los antecedentes para poder mejorar estos aspectos en próxima edición de la Fiesta Nacional del Sol. En el 2025, casi 60 personas con discapacidad accedieron a una oportunidad laboral.













