Relocalización de viviendas: el relato de mujeres protagonistas

Relocalización de viviendas:  el relato de  mujeres protagonistas
Relocalización de viviendas:  el relato de  mujeres protagonistas

“Que un pobre que vive en la villa, que no sabemos por qué o en qué circunstancias llegó ahí, tenga la misma oportunidad que las otras personas nos hace sentir incluidos”, dice María Laura Zárate, conocida por todos como “La Manina”. Ella es referente del asentamiento La Paz, lugar que habitó los últimos 10 años, y que la noche del 18 de enero de 2021 vio destruido totalmente: “El día del terremoto fue desesperante, se nos cayeron 47 ranchos como un dominó, lo único que uno alcanzó a hacer fue sacar los hijos y salir disparando”.

Ambas son mujeres que con fuerza y pujanza se pusieron al hombro la lucha de su comunidad en el momento de crisis, y hoy, con emociones encontradas, según ellas relatan, ven concretarse su anhelo. De la desolación por lo perdido a la esperanza de un nuevo comienzo. Un camino que duró poco más de 2 años de espera y soporte mutuo entre los vecinos y vecinas de la zona que hoy reciben su nuevo hogar. Y es que la respuesta siempre es colectiva, y en momentos de crisis es cuando los valores humanos juegan un rol fundamental, junto con la asistencia del Estado.

En ese sentido, María Laura destaca “el acompañamiento que hemos tenido del Gobierno, de Desarrollo Humano, mientras hemos pasado inundaciones y un terremoto, con la caída de tantas viviendas. Recibimos la colaboración de palos, machimbre, portland, nylon, emulsión asfáltica, con eso pudimos armar piezas para poder estar. Recibimos viandas también, nos asistieron con colchones cuando las inundaciones nos han llegado hasta las rodillas y hemos quedada sin nada”.

Finalmente, visiblemente emocionada, cerró “es algo muy importante para nosotros que una gestión prometa y cumpla en tan poco tiempo su compromiso, y sobre todo que nos valoren como personas”.

Por su parte, Emilce Malla, referente del asentamiento La Defensa, comentó: “Son muchísimas sensaciones: tristeza, alegría, dejar un lugar donde hemos pasado muchos años nos pone tristes, pero sentimos alegría por saber que ya vamos a estar en una casa digna”.

“Fue muy complicado y triste ver caer todo, y empezar desde cero varias veces fue bastante duro” cuenta sobre la lucha de los vecinos luego de la tragedia. “Desarrollo Humano estuvo siempre presente, tanto cuando fue el terremoto, antes y después, nos brindó asistencia con materiales, mercadería, gracias a Dios el gobierno de la provincia nos apoyó mucho”, cerró destacando el trabajo que la cartera social viene realizando ante este tipo de contingencias.